Una invitación a mi niñez y adolescencia desde las más variadas aristas. Crónicas de hoy con el acento en ayer. Un ejercicio de la memoria para traer al presente las historias vividas en el siglo XX, desde una perspectiva infantil y juvenil con matices del campo cubano, porque aunque no soy campesino, me siento guajiro.
Volver al pasado allí donde tu memoria sigue intacta es reencontrarse con lo que un día fue y ya no es. Este pequeño paseo por El Vedado junto a mi esposa Taty es eso.
Espero que lo disfruten.